La decisión de modificar el pasaporte colombiano no es nueva si se tiene en cuenta que ya desde 1998 se había venido trabajando por parte de diferentes entidades estatales la posibilidad de aumentar los niveles de seguridad y evitar el notable incremento en el uso de documentación falsa por parte de la delincuencia especialmente en temas de terrorismo, narcotráfico (mensajeros, mulas o correos humanos), trata de personas[1] (prostitución, venta de menores y esclavitud sexual) y tráfico de migrantes.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), con el apoyo del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) de la Organización de Estados Americanos (OEA), y las Naciones Unidas contra el Terrorismo, participaron en la regulación, diseño e implementación global de documentos de viaje de lectura mecánica (DVLM) y biométrica y las normas de seguridad para las Américas que se derivan de la Resolución 1373 de 2001 del Consejo de Seguridad que obliga a los Estados miembros de la ONU a "impedir la circulación de terroristas o grupos terroristas mediante controles eficaces en frontera y controles de la emisión de documentos de identidad y de viaje, imponiendo medidas para evitar su falsificación, alteración ilegal o utilización fraudulenta.
Lo primero que hay que decir es que existen múltiples formas de falsificar un pasaporte, y de burlar los controles migratorios y las maquinas, y todo dependerá de las necesidades de quien lo va a utilizar, pues no es lo mismo falsear o utilizar un documento para un correo humano o pasante de droga que adulterar un pasaporte para un inmigrante ilegal o un terrorista o narcotraficante.
Los pasaportes colombianos presentan bajos índices de falsedad si se tiene en cuenta que los colombianos que pretenden salir del país de manera ilegal buscan documentos de viaje de otras nacionalidades, especialmente pasaportes mexicanos, venezolanos, costarricenses o argentinos que además presenten en su interior visas de entrada auténticas a diferentes países.
En la actualidad hay más de 100 millones de pasaportes electrónicos en circulación, expedidos por más de 50 países, y el número crece todos los días. Casi todos ellos cumplen con la norma de la OACI, lo que significa que son "globalmente interoperables" y pueden ser leídos por cualquier país. Algunos países emplean la cara, biométricos de huellas dactilares o el iris para obtener la identidad de los viajeros.
Algunas de las modalidades más usuales son las siguientes:
FALSEDAD POR SUSTITUCION DE DATOS: Bajo este proceso se modifican los datos de un pasaporte ya existente, especialmente los más sensibles como fechas de nacimiento, fotografías, firma, impresión dactilar etc. Es necesario contar con un pasaporte auténtico que es manipulado a través de diferentes programas de edición de imágenes, puede desarmarse, descoserse, deslaminarse, cambiar hojas en las que aparezcan sellos o visados o remplazarlas por otras, lavar la hoja de datos, las visas e información biográfica y modificarla en su totalidad o parte de ella etc. razón por la cual es necesario reportar la perdida de manera inmediata ante las autoridades para cruzar bases de datos y conocer la numeración de los documentos robados, tipo de visados etc.
FALSEDAD POR SUPLANTACION: En esta modalidad el pasajero hace uso de un pasaporte que no le corresponde, el cual ha sido alquilado por la organización, pero aquí no se modifica o adultera ninguna parte del documento, que además se presenta al funcionario de migración acompañado de otro documento de viaje, que generalmente es falso y de trámite reciente. Esta modalidad es usada no por la difícil consecución del pasaporte colombiano sino por las visas que pueda tener el pasaporte hurtado. Suele presentarse con mayor frecuencia en pasaportes de otras nacionalidades.
FALSEDAD INTEGRAL: Difícilmente se encuentra un pasaporte colombiano integralmente falso, es decir elaborado en su totalidad por imprentas ilícitas copiando sus formas y diseños pues de lo que se trata al momento de obtener fraudulentamente un documento de viaje es tener la visa de entrada a países especialmente en Europa Centro y Norte América. La falsedad integral puede darse en los sellos húmedos estampados en las hojas del pasaporte para acreditar viajes que nunca se han realizado o bien en los diferentes tipos de visado para dar apariencia de viajeros frecuentes con múltiples visas.
FALSEDAD AL MOMENTO DEL TRÁMITE: Conocida como falsedad ideológica, es aquella en la que el usuario se acerca al Ministerio de Relaciones Exteriores o ante los diferentes consulados a tramitar su pasaporte pero para ello se vale de documentación falsa especialmente la cédula de ciudadanía, con el ánimo de ingresar al territorio colombiano o salir de el con una identidad nueva sin dejar registros de ingresos o salidas con su verdadera identidad. La habilidad y experiencia del funcionario de migración son fundamentales para detectar esta clase de viajeros.
CAMBIAZO: Aquí el usuario del documento de viaje falso puede optar por identificarse ante los funcionarios de migración y el counter con un documento auténtico y una vez superado el filtro de seguridad y ya en el avión o en la sala de espera se identifica con un pasaporte falso que ha sido sellado previamente falsificando los sellos migratorios, el cual contiene visas y sellos tambien falsos. Las pesquisas en las salas de espera y nuevas verificaciones por expertos en documentos cuestionados al interior del avión son muy útiles para reducir esta modalidad.
Bangladeshes, chinos, hindúes, cubanos, marroquíes, iraníes y pakistaníes ven en los puertos de entrada colombianos una opción para su llegada a Norte América, por la facilidad de ingresar a territorio colombiano y por los débiles controles a ciudadanos extranjeros sumado a una legislación que si bien existe, es laxa y de difícil aplicación en la práctica.
La combinación armónica entre tecnología y personal entrenado en detección de documentos falsos y sicología criminal permitiría minimizar estas prácticas cada vez más comunes, y tal simbiosis es inseparable pues difícilmente podrá remplazarse el sentido común, el ojo entrenado, y el olfato de un buen experto por una maquina que solo reconoce caracteres alfa numéricos y que puede ser fácilmente engañada con algo de astucia e imaginación.
Vea aquí las nuevas características físicas del pasaporte colombiano en cuanto a reacción de tintas, papel y sistemas de impresión utilizados en el proceso de fabricación: PASAPORTE DE LECTURA MECÁNICA